martes, 13 de diciembre de 2011

Un beso solo no, y otro y otro más







Un beso. Uno solo no. Otro. Y otro más. Manos que se entrelazan, ojos que se buscan y encuentran espacios y paanoramas nuevos. Esa vez. Momento único. Que desearías que no acabase. Que fuese el inicio de todo. Descubrir ser vulnerables y fráguiles, curiosos y dulces. Una explosión. Sentirse libres y ligeros. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Y se lo dices. Se lo dices a él. Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deban cambiarse. Es preciso partir para encontrar el camino.

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